lunes, 19 de marzo de 2007

EL ENCUENTRO EN EL CAMINO


Darse a conocer en su amor implico que su vida nos llegaría por su Espíritu Santo, para comenzar a vivir en Cristo, un nuevo nacimiento a una nueva vida, experimentar al Cristo vivo en cualquier forma es obra del Espíritu Santo y es el que convencería al mundo de pecado, de Justicia y de juicio.
El Espíritu Santo es el que sostiene y alimenta la vida transformada del discípulo en crecimiento en gracia y conocimiento, para también llegar hacer las obras de su Señor.
Jesús seguía orando, hasta que al fin sus discípulos deseosos de imitarle le pidieron que les enseñara hacer lo que él hacia, Jesús aprovechando esta oportunidad de que sus corazones estaban listos para recibir, les explico de la oración.
La oración ocupo un lugar prominente en la vida de Jesús, en el ejercicio de su poder, al alimentar a las multitudes, al resucitar a Lázaro, al curar al sordomudo y por fin, por aquellos que lo clavaron en la cruz.
Al hablar con sus discípulos insistió en la oración una y otra vez como parte de sus vidas, en su significado y aplicación.
Otro aspecto de la vida de Jesús fue la importancia de las Sagradas Escrituras, nunca dejo de usarlas, daba plena cuenta de que su vida era cumplimiento de ellas, sobre todo para enseñar en publico como en privado la verdad de Dios.Todo sirvió para mostrar a sus discípulos como debían conocer y usar las escrituras junto con las palabras de él. Estos eran legados a sus discípulos, otra cosa, también en relación con su objetivo de salvar las almas, para la obra de la evangelización y como tratar a los hombres para ganar a las gentes para Dios.
Enseño con demostración, la confianza e inspiración de fe en toda clase de situaciones. Los discípulos necesitaban poner en practica todo lo que habían visto hacer a su Maestro.
Por esto Jesús “llamo a doce discípulos y comenzó a enviarlos de dos en dos reafirmo el propósito que había asignado a sus vidas enviándolos a “predicar el Reino de Dios” y a sanar a los enfermos, con el anuncio el Reino de los Cielos se ha acercado” y su Autoridad.
Unos meses mas tarde al enviar a los setenta, ampliando las fronteras de este anuncio. El testificar es el desbordamiento natural de la vida cristiana abundante. Cuando nuestra vida esté llena de la presencia del Señor Jesús, no podemos evitar compartir con quienes tenemos contacto.

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