Jesús Adrián Romero, No hay paredes - Concierto en Lima Estadio Nacional
El concierto fue una gran oportunidad para reunirnos y adorar a Dios en medio de la alabanza, una oportunidad para ser ministrados y que muchos más conozcan del Señor Jesús.
Fue una oportunidad más… , pero lo penoso es tener que ver ese manejo del marketing que ha afectado tanto este tipo de eventos cristianos, ayer en un deslucido concierto, donde primo el franeleo y adulación hacia algunas autoridades y servidores públicos (algo cada vez más acostumbrado entre representantes evangélicos) por su presencia, además de una muy tardía presentación que afecto a muchos, ya que muchas familias llevaron a sus hijos. Fue una oportunidad, donde el Estadio Nacional lucio su gran capacidad pero debido a la falta de asistencias en sus tribunas, por los precios cada vez más excluyentes, ya no se trata de un evento para la adoración y ministracion sino de un evento cada vez más lucrativo y que marca más las distancias económicas sociales entre unos y otros. Donde la alabanza debe tener un alto costo que se debe pagar.
Fue una oportunidad, donde se defendió los altos costos que haya pagar adquirir un CD de alabaza o que de lo contrario solo debe oírse en la radio (aquí en nuestro país no hay mayor difusión de musca cristiana en medios radiales)
Fue una oportunidad donde el marketing fijo a la alabanza un costo que pagar para la distancia de niveles sociales, de manera exclusiva para los no tantos que asistieron dentro de las "cuatro pares" del Estadio Nacional.