¿ y porque... Jesús ?
Lo histórico de Jesús no es solamente un asunto de historia sino que es un conflicto moral que debe ser resuelto.
Tener fe y un conocimiento del Señor Jesucristo no es simplemente un asunto especulativo y de entender . Conocer a Jesús tiene implicaciones morales para el pasado, el presente y la eternidad. Conocer a Jesús va a influir moralmente el destino de los que lo aceptan y de los que lo rechazan.
No podemos refutar el hecho histórico que Jesús fue juzgado por los líderes judíos y romanos. Los historiadores cristianos, judíos, romanos y samaritanos, lo afirman (Lucas, Flavio Josefo, Cornelio Tácito, Suetonio ...). Por lo tanto, si los líderes judíos tenían razón de que Jesús era un blasfemo, entonces los cristianos están equivocados y viven errados. Por otro lado, si las aseveraciones de Jesús de ser Dios son correctas, todos los que le han rechazado deben arrepentirse. No hay una franja moral neutral con este asunto. De cualquier modo, Dios tiene una disputa moral en contra de nosotros.
Si nosotros, que vivimos en este tiempo, hemos desconocido la existencia, la vida, el sacrificio o el reinado de Cristo, somos culpables delante de la presencia del Padre. Por eso, todos tenemos una necesidad de vivir por la gracia de Dios, conocer mejor a este Jesús que hemos rechazado y a quien ahora, por la gracia de Dios, estamos siguiendo.
Pueda ser que muchos no han oído que Jesús resucitó o sencillamente ninguno les ha explicado la importancia de la resurrección de Jesús. Por tanto, es nuestro deber moral explicar a todos los que no han oído las buenas noticias sobre la resurrección.. La resurrección tiene implicaciones no deseables para ellos y para los que la rechazan. Reconocer que Jesús resucitó es reconocer que él existe y que sus enseñanzas tienen autoridad para la vida y para la vida venidera. Ciertamente, reconocer a Cristo tiene implicaciones morales. Si Jesús resucito, él resucito para reinar y para ser mi Señor y Salvador o para ser nuestro Juez
No podemos refutar el hecho histórico que Jesús fue juzgado por los líderes judíos y romanos. Los historiadores cristianos, judíos, romanos y samaritanos, lo afirman (Lucas, Flavio Josefo, Cornelio Tácito, Suetonio ...). Por lo tanto, si los líderes judíos tenían razón de que Jesús era un blasfemo, entonces los cristianos están equivocados y viven errados. Por otro lado, si las aseveraciones de Jesús de ser Dios son correctas, todos los que le han rechazado deben arrepentirse. No hay una franja moral neutral con este asunto. De cualquier modo, Dios tiene una disputa moral en contra de nosotros.
Si nosotros, que vivimos en este tiempo, hemos desconocido la existencia, la vida, el sacrificio o el reinado de Cristo, somos culpables delante de la presencia del Padre. Por eso, todos tenemos una necesidad de vivir por la gracia de Dios, conocer mejor a este Jesús que hemos rechazado y a quien ahora, por la gracia de Dios, estamos siguiendo.
Pueda ser que muchos no han oído que Jesús resucitó o sencillamente ninguno les ha explicado la importancia de la resurrección de Jesús. Por tanto, es nuestro deber moral explicar a todos los que no han oído las buenas noticias sobre la resurrección.. La resurrección tiene implicaciones no deseables para ellos y para los que la rechazan. Reconocer que Jesús resucitó es reconocer que él existe y que sus enseñanzas tienen autoridad para la vida y para la vida venidera. Ciertamente, reconocer a Cristo tiene implicaciones morales. Si Jesús resucito, él resucito para reinar y para ser mi Señor y Salvador o para ser nuestro Juez
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