Jesús Adrián Romero, No hay paredes - Concierto en Lima Estadio Nacional
Me llamo mucho la atención la letra de esta canción “No hay paredes “ la cual toca mi corazón y me hace recordar los muchos momentos en diversos lugares de nuestro país donde muchos han sido tocados por el amor y poder de Dios, aquellos olvidados, a aquellos hermanos en Cristo que necesitan ser animados y consolados que necesitan más que palabras, del testimonio y de la presencia de Dios que obra sobrenaturalmente, esos momentos que no son suficientes y que deben ocurrir continuamente y pienso en los muchos lugares donde los conciertos y las grandes conferencias no tienen lugar porque no serian lucrativos, pero donde si hay un gran hambre y necesidad de la Palabra de Dios, donde los famosos y exitosos conferencistas y cantantes no irán.
El concierto fue una gran oportunidad para reunirnos y adorar a Dios en medio de la alabanza, una oportunidad para ser ministrados y que muchos más conozcan del Señor Jesús.
El concierto fue una gran oportunidad para reunirnos y adorar a Dios en medio de la alabanza, una oportunidad para ser ministrados y que muchos más conozcan del Señor Jesús.
(aqui en un concierto en otro lugar...)
Fue una oportunidad más… , pero lo penoso es tener que ver ese manejo del marketing que ha afectado tanto este tipo de eventos cristianos, ayer en un deslucido concierto, donde primo el franeleo y adulación hacia algunas autoridades y servidores públicos (algo cada vez más acostumbrado entre representantes evangélicos) por su presencia, además de una muy tardía presentación que afecto a muchos, ya que muchas familias llevaron a sus hijos. Fue una oportunidad, donde el Estadio Nacional lucio su gran capacidad pero debido a la falta de asistencias en sus tribunas, por los precios cada vez más excluyentes, ya no se trata de un evento para la adoración y ministracion sino de un evento cada vez más lucrativo y que marca más las distancias económicas sociales entre unos y otros. Donde la alabanza debe tener un alto costo que se debe pagar.
Fue una oportunidad, donde se defendió los altos costos que haya pagar adquirir un CD de alabaza o que de lo contrario solo debe oírse en la radio (aquí en nuestro país no hay mayor difusión de musca cristiana en medios radiales)
Fue una oportunidad donde el marketing fijo a la alabanza un costo que pagar para la distancia de niveles sociales, de manera exclusiva para los no tantos que asistieron dentro de las "cuatro pares" del Estadio Nacional.
Fue una oportunidad más… , pero lo penoso es tener que ver ese manejo del marketing que ha afectado tanto este tipo de eventos cristianos, ayer en un deslucido concierto, donde primo el franeleo y adulación hacia algunas autoridades y servidores públicos (algo cada vez más acostumbrado entre representantes evangélicos) por su presencia, además de una muy tardía presentación que afecto a muchos, ya que muchas familias llevaron a sus hijos. Fue una oportunidad, donde el Estadio Nacional lucio su gran capacidad pero debido a la falta de asistencias en sus tribunas, por los precios cada vez más excluyentes, ya no se trata de un evento para la adoración y ministracion sino de un evento cada vez más lucrativo y que marca más las distancias económicas sociales entre unos y otros. Donde la alabanza debe tener un alto costo que se debe pagar.
Fue una oportunidad, donde se defendió los altos costos que haya pagar adquirir un CD de alabaza o que de lo contrario solo debe oírse en la radio (aquí en nuestro país no hay mayor difusión de musca cristiana en medios radiales)
Fue una oportunidad donde el marketing fijo a la alabanza un costo que pagar para la distancia de niveles sociales, de manera exclusiva para los no tantos que asistieron dentro de las "cuatro pares" del Estadio Nacional.