miércoles, 17 de enero de 2007

Escribe la Visión (1 Parte)



“Jehová me respondió y dijo: “Escribe la visión, grábala en tablas, para que pueda leerse de corrido. Aunque la visión tarda en cumplirse, se cumplirá a su tiempo, no fallará. Aunque tarde, espérala, porque sin duda vendrá, no tardará”. Hab. 2:2-3. ( Reina-Valera 1995)


Nuestra fe no ha de mirar solo a los acontecimientos y promesas de los tiempos antiguos como algo que ya no ha de ocurrir, todo aquello que fue es sombra de lo venidero. EL Señor Jesús prometió cosas mayores, aún a las que él había hecho, nosotros somos partícipes de tales promesas, la Iglesia de hoy, cada uno de los hijos en una nueva comunión. El señorío y poder del Espíritu de Dios cumpliendo en este tiempo esa obra en el pueblo del Señor, llevándolos a través de una jornada gloriosa, a una Iglesia reformada y restaurada en un nuevo mover de Dios.
Un Dios viviente, activo y reformador en un nuevo mover, siempre interesado en el hombre, trabajando desde el principio de la historia para que el hombre cambie y se mueva hacia una nueva manera de hacer las cosas, para ese cambio en el mundo. Una trasformación en un nueva era, con una nueva dinámica de Dios para su Iglesia, no solo una etapa de transición en que la gente tenga que ir de aquí hacia allá persiguiendo y diciendo ¿Cómo es eso?, por manifestaciones rápidas e instantáneas, sino una reforma en el corazón de hombres y mujeres. No solamente en medio de lo material e inanimado, sino en una atmósfera de fe, en una nueva unidad de la frescura de Dios para su pueblo, en una nueva alabanza y adoración llamando y atrayendo su presencia en el altar del corazón de cada uno.
Así que establecidos en mejores promesas del Señor para un lugar y parte en esta conquista, los redimidos del Señor declarando ¡Sí esto es para mí! Y listos para actuar a la voz del Señor. La misma autoridad profética de Dios siendo desatada en la boca y corazones de los llamados a hablar las cosas de Dios. La iglesia del Señor fluyendo en nuevas áreas, rompiendo barreras denominacionales, viviendo en tiempos de refrescamiento, en unidad de fe, un pueblo y liderazgo que no esta siendo manejado por sus propios conceptos, ni poniendo a la gente bajo atadura con declaraciones religiosas y vacías, por el contrario siendo sacados de la religiosidad, para ser la luz y la sal de la tierra que este mundo necesita. Un faro de luz en este lugar atrayendo a los hombres, desde el norte, desde el sur, del este y oeste, viniendo de todas las áreas del mundo, de las ciudades y pueblos, y a otros saliendo de casas religiosas al templo viviente, una Iglesia profética, para ser una Iglesia gobernante que represente a Dios en la tierra. Llamados a brillar y alumbrar en tiempos como este a esta ciudad, en este país y en todo sur América, para ser un pueblo que todo el mundo quiera ser parte de él.
El remanente de la casa de Dios que permanece firme en esta decisión, que no va ha fallar en los propósitos de Dios, que se esta levantando fuerte y formando un liderazgo nuevo hoy, como señal y prodigio de Dios, llamados a tener ese corazón de Padre para el pueblo de Dios, el remanente que va a ser el animador del débil.
Un testigo de Dios, un testigo que ningún hombre podrá denegar. Este es el tiempo y la temporada para América del sur, El tiempo de levantarse y despertar de su dormitar y estar delante del Trono de Dios, para convertirse en voz de Dios que proclama las cosas, que hable como él habla, que piense como él piensa y que actué como el actúa, caminando por fe y no por vista, con el mensaje del Reino, venciendo toda atadura, toda prisión de la tradición y religiosidad para traer la libertad que Cristo vino a prometer.
Este es llamado a esta nueva generación, a venir a él de una manera nueva y diferente. No a iglesias restringidas por tradiciones del ayer.
Sino a un pueblo guiado por el Espíritu de Dios, gozando de la provisión de Dios, no como en el pasado un pueblo que caminaba por el desierto con “Egipto” en su mente. Por el contrario teniendo las promesas de Dios en los corazones, cumpliendo un destino, llamados a ser entrenados y equipados con diferentes gracias y dones, reflejando las bondades de Dios, con un deposito de fe en los corazones para este entendimiento, el Espíritu Santo haciendo una obra para mostrar a cada uno su destino y que nunca mas sean los mismos de antes, atraídos a un valle de decisiones para cumplir con su propósito, para demostrarle al mundo que Dios tiene una representación aquí en la tierra, de Dominio, Poder y Gobierno, una nueva generación levantada para guiar, señalizadores apuntando al Gran Maestro.
La Iglesia de Dios hoy esperando el cumplimiento de la palabra profética. Las palabras proféticas del ayer cumpliéndose hoy.
El principio de la ultima lluvia del mover de Dios.
Publicación original REVISTA RENOVAOS _ Seminario Bíblico Destino _ Edición Nº 2.

martes, 16 de enero de 2007

¿ y porque... Jesús ?

Lo histórico de Jesús no es solamente un asunto de historia sino que es un conflicto moral que debe ser resuelto.
Tener fe y un conocimiento del Señor Jesucristo no es simplemente un asunto especulativo y de entender . Conocer a Jesús tiene implicaciones morales para el pasado, el presente y la eternidad. Conocer a Jesús va a influir moralmente el destino de los que lo aceptan y de los que lo rechazan.
No podemos refutar el hecho histórico que Jesús fue juzgado por los líderes judíos y romanos. Los historiadores cristianos, judíos, romanos y samaritanos, lo afirman (Lucas, Flavio Josefo, Cornelio Tácito, Suetonio ...). Por lo tanto, si los líderes judíos tenían razón de que Jesús era un blasfemo, entonces los cristianos están equivocados y viven errados. Por otro lado, si las aseveraciones de Jesús de ser Dios son correctas, todos los que le han rechazado deben arrepentirse. No hay una franja moral neutral con este asunto. De cualquier modo, Dios tiene una disputa moral en contra de nosotros.
Si nosotros, que vivimos en este tiempo, hemos desconocido la existencia, la vida, el sacrificio o el reinado de Cristo, somos culpables delante de la presencia del Padre. Por eso, todos tenemos una necesidad de vivir por la gracia de Dios, conocer mejor a este Jesús que hemos rechazado y a quien ahora, por la gracia de Dios, estamos siguiendo.
Pueda ser que muchos no han oído que Jesús resucitó o sencillamente ninguno les ha explicado la importancia de la resurrección de Jesús. Por tanto, es nuestro deber moral explicar a todos los que no han oído las buenas noticias sobre la resurrección.. La resurrección tiene implicaciones no deseables para ellos y para los que la rechazan. Reconocer que Jesús resucitó es reconocer que él existe y que sus enseñanzas tienen autoridad para la vida y para la vida venidera. Ciertamente, reconocer a Cristo tiene implicaciones morales. Si Jesús resucito, él resucito para reinar y para ser mi Señor y Salvador o para ser nuestro Juez

lunes, 15 de enero de 2007

LA DOCTRINA DE CRISTO

“Estas cosas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre” (20:31).
Los otros escritores de Evangelios hubieran hecho eco de este mismo fin, fuera el blanco principalmente lectores no cristianos para ser ganados a la fe, o una congregación cristiana a quien le hacía falta la instrucción y ánimo para poner en práctica la fe que profesaba.
Con eso en mente, los escritores presentaban los hechos de la vida y enseñanzas de Jesús que ellos mismos habían aprendido o recordado. Y es a estos cuatro hombres a quienes debemos casi todo el conocimiento histórico que poseemos acerca de Jesús.
Las muy pocas referencias que tenemos de Jesús en la literatura no cristiana del primer siglo más o menos, después de su muerte, nos dicen que vivió y murió como un maestro y obrador de maravillas en Palestina a principios de la década de los 30, y que obtuvo un grupo de seguidores lo suficientemente dedicados como para formar la base de un creciente movimiento religioso. No nos dicen nada de cómo era ni de lo que enseñaba.
Las referencias acerca de la vida terrena de Jesús en el resto del NT son pocas y sin detalles, y no tenemos otras fuentes cristianas de información hasta la aparición de los llamados “Evangelios apócrifos” en el siglo II. Estos mayormente se interesaban menos en la vida terrena de Jesús que en sus enseñanzas. Los detalles que incluyen son tomados de los cuatro Evangelios del NT o de una acumulación progresiva de relatos legendarios acerca de Jesús que fueron mayormente el resultado de una imaginación popular y de los intereses especiales de una nueva marca gnóstica de cristianismo.
Si hemos de conocer la realidad histórica de la vida y ministerio de Jesús, tendremos que recurrir a Mat., Mar., Luc. y Juan. Y aquí estamos sobre terreno firme. Entre ellos tenemos la perspectiva de Jesús como una figura histórica y de su vida y enseñanzas más completa que de cualquier otra personalidad del mundo antiguo.
[1]

Lucas 1:30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. 32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. 34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. 35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.
[2]

Títulos usados para Jesús durante su vida
El nombre Jesús no es, estrictamente, un título. No obstante es un nombre con significado, una forma gr. de “Josué”, e. d. ’Yahvéh es salvación”. Los escritores neotestamentarios conocían bien este significado (Mt. 1.21). Por lo tanto, este nombre indicaba la función que se le atribuía a Jesús, lo que más tarde encontró expresión en el título Salvador, que al princpio era simplemente una descripción de la función de Jesús (Hch. 5.31; 13.23; Fil. 3.20), pero que posteriormente se convirtió en parte de su majestuoso título (2 Ti. 1.10; Tit. 1.4; 2 P. 1.11). Jesús era el nombre personal del Salvador
[3]


Cristo: Palabra griega que traduce la palabra hebrea «Mesías». Ambas palabras significan «ungido»
[4]

Mesías: Palabra hebrea que significa «ungido». Ungir significa untar, frotar o derramar aceite. Antiguamente en Israel, cuando alguien iba a ser nombrado rey o sacerdote, se le untaba aceite de oliva en la cabeza; eso indicaba que Dios había elegido a esa persona para una misión especial y para revelar su poder. Por medio de los profetas, Dios prometió al pueblo de Israel que enviaría un libertador y que crearía un reino nuevo y mejor. A esa persona prometida por Dios se le llamó «Mesías». Jesús era ese Mesías prometido por Dios. La palabra Cristo significa lo mismo que Mesías.
[5]


La repetición prominente del título Cristo o Jesucristo (1, 16, 17, 18) de Jesús, Mateo claramente lo usa aquí con el pleno impacto de un título, “Mesías”, el verdadero rey de Israel en la línea de David, cuya llegada todos esperaban con anhelo.
Los nombres desde Abraham hasta el exilio son bien conocidos en el AT, pero la mayoría de los que aparecen en la tercera sección son, generalmente, desconocidos. La lista presentada por Lucas de los antepasados de José (que también incluye a su propio padre) es diferente. Probablemente, Lucas nos ofrece un árbol genealógico “físico”, mientras que Mateo da la lista oficial de la sucesión al trono (la que no necesariamente pasaría de padre a hijo, sino que quedaría en la familia). Su interés es mostrar el derecho que Jesús tiene (a través de José) al título de “Rey de los judíos”.El v. 16 indica sin ambigüedades que Jesús no fue el hijo físico de José (de la cual, femenino).
Incluso la frase «Hijo del Hombre», que Cristo usó para referirse a sí mismo, halla sus raíces en el AT. Tales alusiones afectan a toda traducción en relación con determinados términos clave que ocurren en ambos testamentos.
Citas directas del Antiguo Testamento
En el NT encontramos también citas directas del AT, entre las que se hallan múltiples pasajes poéticos. Con frecuencia los autores dejan ver en sus citas el carácter poético del texto citado, y al mismo tiempo identifican la fuente citada mencionando al libro mismo o a su autor:

Entonces se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo…
(Mt 2.17)

Como está escrito en el profeta Isaías… (Mc 1.2)

Pues David dice de él… (Hch 2.25)

Como también en Oseas dice… (Ro 9.25)

Cuando no se menciona el libro o el autor, hay generalmente alguna referencia general que indica la presencia de una cita; por ejemplo, «está escrito», o bien «un profeta»:

Todo esto aconteció para que se cumpliera lo que dijo el Señor por medio del profeta… (Mt 1.22)

Como está escrito… (Ro 3.10; 14.11; 15.9; Gl 4.27, etc…)

Alguien testificó en cierto lugar… (Heb 2.6)
Cuando los escritores neotestamentarios citaban el AT, lo hacían para subrayar algún punto de importancia. Esto significa que la cita puede contener una o dos palabras, o alguna expresión más amplia, que vincule la cita a su contexto inmediato. También puede ser que una o dos palabras del AT, introduzcan algún término clave que cobre importancia en el NT. Los traductores del NT. deben prestar especial atención a la traducción de tales expresiones. Dicho de otro modo, deberán ajustar sus principios de traducción de equivalencia dinámica y ser más conservadores, y hasta literalistas, a fin de preservar en su traducción esta importante terminología.
Por ejemplo, en el segundo capítulo de Hch. se halla una hermosa cita del profeta Joel, en la que se anuncia el derramamiento del Espíritu Santo. Hacia el final de la cita leemos:

19 Y (yo) daré prodigios arriba en el cielo
y señales abajo en la tierra,
sangre, fuego y vapor de humo;
20 el sol se convertirá en tinieblas
y la luna en sangre,
antes que venga el día del Señor,
grande y glorioso… (Hch 2.19-20)
Como podemos ver, este trozo poético comparte con la poesía hebrea un rasgo común y es el cambio de primera persona («yo») en la primera línea a tercera persona («el día del Señor») en la penúltima línea. Los traductores acostumbrados a aplicar los principios de equivalencia dinámica posiblemente verán en este cambio un problema de comprensión para el lector, y con toda probabilidad cambiarán de tercera a primera persona en la penúltima línea, a fin de que al decir «antes que venga mi día» el texto fluya con más naturalidad .Sin embargo, la expresión «el día del Señor» es de gran importancia en el AT. y en el mensaje profético; además, en el NT. cobra importancia capital (1 Co 5.5, «el día del Señor Jesús»; 1 Ts 5.2, «el día del Señor»; Ap 16.14, «el gran día del Dios Todopoderoso»). Por lo tanto, parece más conveniente traducir este pasaje de manera más conservadora. Una traducción más literal le permite al lector de Hechos estudiar el texto con mayor apego al original, y ver al mismo tiempo las relaciones que éste guarda con su contexto inmediato, lo mismo que con otros libros del Antiguo y del NT.
El costo del mesiazgo (ver Mat. 16:21–28; Luc. 9:22–27). Jesús enseñó a sus discípulos que era necesario que … padeciese mucho: el rechazo por los dirigentes religiosos (quienes, como hemos visto, eran sus enemigos), una muerte violenta y una resurrección al tercer día.
Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios. 13 Allí estará esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies. 14Y así, con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.

[1]Carson, D.A.; France, R.T.; Motyer, J.A.; Wenham, G.J., Nuevo Comentario Biblico: Siglo Veintiuno, (El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones) 2000, c1999.
[2]Reina Valera Revisada (1960), (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998.
[3]Douglas, J. D., Nuevo Diccionario Biblico Certeza, (Barcelona, Buenos Aires, La Paz, Quito: Ediciones Certeza) 2000, c1982.
[4]Socíedades Biblicas Unidas, Biblia en Lenguaje Sencillo, (Miami: Sociedades Bíblicas Unidas) c2000.
[5]Socíedades Biblicas Unidas, Biblia en Lenguaje Sencillo, (Miami: Sociedades Bíblicas Unidas) c2000.

domingo, 14 de enero de 2007

UNA PUERTA ABIERTA

Una puerta abierta en el cielo: La puerta de la revelación profética.

La primera voz: la del Señor Jesucristo (Apoc 1.10 ).
Y, El Señor invitó a Juan a subir para que pudiera disfrutar de una perspectiva celestial de las cosas que sucederán después sobre la tierra.


4.2 Yo estaba en el Espíritu:
Indica un estado de extrema sensibilidad espiritual.
4.3 Jaspe: Probablemente un diamante (véase 21.11 ), lo cual sugiere pureza y santidad. La cornalina , de rojo intenso, representa la ira vengativa de Dios. La esmeralda es verde, el color dominante en el arco iris , que simboliza la misericordia ( Gn 9.12–15 ).
4.4 Los veinticuatro ancianos Las ropas blancas simbolizan la pureza. Las coronas sugieren victoria y gozo, no autoridad política.
4.5 Los relámpagos y truenos describen el temible y maravilloso poder de Dios. Las siete lámparas de fuego
4.6 Mar de vidrio semejante al cristal: Se refiere a lo inalcanzable y majestuoso de Dios (véanse Éx 24.10 ; Ez 1.26 ) El vidrio era una rareza en la época del Nuevo Testamento, y vidrio claro como el cristal era virtualmente imposible de ser encontrado. Los cuatro seres vivientes son querubines, los más elevados seres celestiales; función primaria es adorar. Llenos de ojos simboliza la vigilia incesante.
4.7 Los cuatro símbolos sugieren valor majestuoso, fuerza, inteligencia y rapidez en el servicio del Creador.
4.8
La santidad, omnipotencia y eternidad de Dios es alabada.
4.9–11
Los veinticuatro ancianos reconocen reverentemente a Aquel hacia el que fluyen todas las alabanzas, y se unen en un cántico antifonal de alabanza a Dios.

5.1ss El capítulo 5 continúa concentrándose en el cielo, lo que empezó en el capítulo anterior.
La mano derecha es el símbolo del poder y la autoridad. El libro es el plan redentor de Dios.

5.1
Lo que Dios tiene reservado para el mundo. Los siete sellos indican la importancia de su contenido.
Sellado con siete sellos indica que nada puede ser añadido a la última voluntad de Dios.

5.2–4 Ningún ser, celestial o terrestre, es digno de revelar o ejecutar el plan de Dios para el «cumplimiento de los tiempos»

5.5 El León: Cristo es el más grande miembro de la tribu de Judá (véase Gn 49.9 , 10 ). La raíz de David:
5.6 En lugar de un león, el emblema de la fuerza, Juan vio un Cordero, el símbolo de la mansedumbre y la ofrenda sacrificial. Los siete cuernos indican poder completo y perfecto.
Los siete ojos representan visión y conocimiento completos y perfectos.
«El Espíritu Santo en acción».
5.7 Este cuadro es el cumplimiento de Daniel 7.9–14 . «Anciano de días» en Daniel con el «uno semejante al Hijo del Hombre»
5.8 El incienso representa y purifica las oraciones de los santos.
5.9 Cantaban un nuevo cántico
porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
10 ...y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. (un Reino de Sacerdotes )
El mensajero (el evangelio) ha de ir a todos los que habitan sobre la tierra: a toda nación, tribu, lengua y gente.
Apocalipsis revela que la guerra espiritual continuará hasta que «Los reinos del mundo... (vengan)... a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos»
Un incontable número de gente se congrega alrededor del trono eterno de Dios. Esta profunda visión profética nos motive. ¡Estamos destinados a triunfar!